Al menos nueve personas murieron y once más resultaron heridas luego de que un avión de carga de la empresa UPS se estrellara el martes por la tarde tras despegar del Aeropuerto Internacional de Louisville, en Kentucky. El gobernador Andy Beshear confirmó el número de víctimas y advirtió que podría aumentar.

El vuelo 2976, operado por un McDonnell Douglas MD-11 con destino a Hawái, impactó contra negocios cercanos al aeropuerto y explotó en llamas, generando una densa columna de humo negro que se elevó sobre la zona. Videos difundidos por medios locales muestran cómo el motor izquierdo del avión se incendiaba mientras la aeronave intentaba despegar, antes de estallar a unos cinco kilómetros del aeropuerto.

“En este momento, esas familias necesitan sus oraciones, amor y respaldo”, escribió el gobernador Beshear en X. El alcalde de Louisville, Craig Greenberg, informó que los vuelos suspendidos la noche del martes fueron retomados en el aeropuerto internacional Mohamed Ali, mientras que UPS suspendió por segundo día consecutivo la operativa de clasificación de paquetes en su principal centro logístico aéreo del país.

La Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) investigan las causas del accidente. Un edificio cercano sufrió daños, y testigos relataron que algunas personas lograron escapar por pocos metros del impacto.

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El siniestro ocurre en medio del cierre gubernamental más prolongado en la historia de Estados Unidos, provocado por la falta de acuerdo presupuestal en el Congreso. El secretario de Transporte, Sean Duffy, alertó sobre un “caos masivo” en el sistema aéreo debido a la escasez de personal de control aéreo. “Podríamos cerrar partes del espacio aéreo porque simplemente no podemos gestionarlo”, advirtió.

UPS Airlines, que operaba una flota de aproximadamente 500 aviones en septiembre, ya había enfrentado otro incidente el mes pasado, cuando una aeronave de carga se salió de la pista en Hong Kong, dejando dos muertos.





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