Las ciudadanas Mónica Luzarraga, Nélida López y Gabriela Goldbaum, este 11 de marzo, comparecieron ante la Asamblea Nacional la tipificación en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), la violencia vicaria.
Las tres mujeres señalaron que violencia vicaria la comete quién con el propósito de causar daño psicológico, emocional o físico a la mujer, utiliza a sus hijos e hijas, a menores de edad bajo su custodia o tutela, con el fin de ejercer sobre ellos maltrato o manipulación para afectar directa o indirectamente a la madre.
En la sesión se presentaron incidentes con las barras altas que fueron desalojadas por la escolta legislativa y también el legislador, John Polanco (ADN), apeló la presidencia de Viviana Veloz (RC), pero ésta no pasó. ADN pretendía incluir una moción previa tras la comparecencia de las tres mujeres.
Veloz dijo que apelar la presidencia también es una forma de violencia, y dirigiéndose al bloque de ADN dijo: “su gobierno me ha denunciado y me está persiguiendo, y lo voy hacer público hoy en la noche, todas las arbitrariedades y persecución política que el gobierno, al que ustedes representan, está realizando a mi y a mis familiares; no me voy a quedar callada”, alertó.
Luzarraga, fue la primera en ser recibida en comisión general y le dieron cinco minutos para exponer ante el pleno. En ese tipo dijo que es urgente y necesario tipificar de manera clara la violencia vicaria en la legislación nacional, pues reiteró que esta clase de violencia puede definirse como aquella conducta en la que el agresor utiliza a los hijos e hijas comunes como un instrumento de agresión hacia la mujer, generando en ella un daño psicológico y emocional, y en muchos casos un daño físico indirecto, al manipular a los hijos en común para que actúen en su perjuicio.
Que esta forma de violencia se constituye en un mecanismo de control, dominación y humillación, donde el agresor busca efectivamente implícitamente el sufrimiento a la madre utilizando a los hijos como una extensión de su agresión.
Nélida López, a quien también se le dio cinco minutos, para reiterar la urgencia y la necesidad de tipificar la violencia vicaria como un delito dentro de nuestro marco normativo y reconocerla como una categoría específica de violencia con un enfoque de género y de derechos humanos.
Esta violencia es una forma extrema donde los agresores utilizan a los hijos e hijas como instrumentos para dañar, castigar y hacer control a su madre; especialmente, en un contexto de separación o en un conflicto puntual. Que no se trata solo de amenazas ni manipulación sino de actos de violencia sicológica y física e incluso letal que dejan secuelas irreparables en la vida de las mujeres y los infantes ecuatorianos.
Frases como “si me dejas, te quito los niños”, “si me dejas o me demandas por una pensión alimenticia, vas a conocer quién soy yo”, constituyen ejemplos de violencia vicaria, anotó.
Luego, fue reciba en el pleno Gabriela Goldbaum, exesposa del actual presidente, Daniel Noboa, y eso motivó que al inicio se interrumpa su intervención por parte de la presidenta de la legislatura, Viviana Veloz, quien pidió silencio en las barras altas y luego ordenó su desalojo por reclamos frente a la presencia de Goldbaum.
La exposición de Goldbaum demoró quince minutos, y empezó señalando el concepto de violencia vicaria, que es un tipo de violencia extendida, desplazada y cuyo fin último es herir a la mujer a través de los que más ama, nuestros hijos. Que esto se observa cuando el agresor, que es una expareja, no tiene control directo sobre la mujer, pero busca herirla a través de sus hijos y otros miembros del círculo familiar. Afecta su bienestar físico, psicológico y emocional.
Ella dijo en el pleno que su exesposo ha instrumentalizado a su hija, la ha usado como objeto para causarle dolor y mantenerse en constante estado de sospecha. No solo a su pequeña hija, también a su padre, a su hermano y a todas las personas que la han apoyado y defendido.
Este tipo de comportamiento, añadió, es lo que se define como violencia vicaria, una forma de abuso cruel y devastador. Te quiebra por dentro, te destruye, te hace sentir culpable de ver sufrir a tus seres queridos. Es padecer una guerra. La violencia vicaria es muerte en vida. Comenzó en 2019 cuando decidí separarme de él.
En su intervención narró su historia y afirmó que desde su separación ha sido objeto de una persecución judicial y que suman 42 demandas en su contra y de su familia. No existe un momento ideal para reclamar, que cualquier momento será vital para reclamar por el bienestar de su hijo o hija; que lleva reclamando seis años. Hago público mi caso porque esto se trata de violencia vicaria, apuntó. (I)
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