En un operativo sorpresa en el sector Bermejo de Abajo, cantón Santa Lucía, provincia de Guayas, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional detuvieron a Winter Gilmar B. V., conocido como «Kiko» o «Verde», señalado como el cabecilla de los sicarios del grupo delictivo Los Tiguerones. La captura, que se dio tras meses de seguimientos e inteligencia, es un nuevo revés para una de las bandas más temidas de la Costa ecuatoriana.

Los agentes irrumpieron en un escondite donde encontraron a «Kiko» con un pequeño arsenal: una pistola de 9 mm, dos revólveres (calibre 38 mm y 22 mm), una alimentadora, 38 cartuchos de 38 mm, 10 de 22 mm, 9 de 9 mm y 10 de calibre 12 mm. Todo fue confiscado y está ahora en manos de la Fiscalía para las investigaciones.

A «Kiko» se le acusa de liderar operaciones de sicariato, secuestros, extorsiones y tráfico de drogas en Guayas, una provincia golpeada por la violencia de grupos como Los Tiguerones, que pelean territorio con Los Choneros y Los Lobos. El operativo, parte de una estrategia nacional contra el crimen organizado, no dejó heridos ni enfrentamientos, pero sí un mensaje claro: las autoridades van tras las cabezas de estas redes.

Santa Lucía, un cantón clave por su cercanía a rutas de narcotráfico, ha sido escenario de varios golpes policiales este año. La detención de «Kiko» se suma a otros arrestos importantes, como el de alias «El Tunco» en Manabí. Las investigaciones siguen para desmantelar más células de Los Tiguerones, mientras la Policía pide a la ciudadanía reportar cualquier actividad sospechosa al 911.

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